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HAFTARA PARA EL PRIMER SHABAT DE JANUKÁ

Para la lectura de la haftará del primer shabat de Januká fue escogida una sección del libro del profeta Zejariá (siglo. IV a.e.c.) - perteneciente al libro Teré Asar (los doce profetas que por ser sus libros de pequeñas dimensiones, fueron recopilados en un solo libro).

"Canta y alégrate hija de Tzión,
pues he aquí que Yo vengo y moraré en medio de ti,
dice Di-s". (2:14).


Al comienzo de la haftará encontramos algunos versículos que hablan sobre la ciudad de Ierushalaim en los días de la redención final, pero a partir del capítulo 3 hasta el final de la haftará, vemos otra profecía sobre los primeros años del segundo Templo de Jerusalem, en la que es recordado un personaje bíblico llamado Zerubabel - nieto de Iehoiajín, el rey de Iehudá - que fue llevado al exilio desde Jerusalem a Babilonia.

La profecía que habla sobre Ierushalaim en los días de la redención final, ha sido elegida para leerse en el shabat de Januká pues ella habla de una menorá (candelabro) de oro, y en ella también se habla - a partir del capítulo 3 hasta el final de la haftará - sobre los días del segundo Templo de Jerusalem, y en él, como sabemos, ocurrió el milagro de Januká.

"Volvió el ángel que hablaba conmigo
y me despertó como un hombre que despierta de su dormir.
Me dijo: ¿Qué es lo que ves?
Y dije: he visto y he aquí un candelabro todo de oro
y su reservorio sobre él,
y sus siete lámparas sobre él; siete, siete conductos
para las lámparas que estaban sobre él.
Y dos olivos sobre él,
uno a la derecha del reservorio y el otro a su izquierda". (4:1-3).


El profeta Zejariá veía claramente lo que se le estaba mostrando. Él vio una menorá a la que pudo describir detalladamente. El candelabro era de oro puro y sobre él había un gran receptáculo (reservorio) donde había aceite. El candelabro tenía siete lámparas que recibían su aceite a través de siete conductos que provenían del reservorio, que a su vez recibía su aceite de los dos olivos que estaban a sus costados.

Di-s quería transmitirle un mensaje a Zerubabel: "Así como has visto que todo lo que ocurría con la menorá se hacía por sí solo sin la intervención del hombre - ya que los olivos enviaban su aceite al reservorio sin necesidad de machacar las aceitunas y de allí iba directamente hacia las lámparas - así mismo tú debes comprender que la redención del exilio babilónico y la continuación de la reconstrucción del Templo se harán una realidad no por medio del poder y no por medio de la fuerza".

Observando más profundamente podemos descubrir que nuestra haftará no sólo fue elegida para ser leída en Januká simplemente porque habla de una menorá de oro y del segundo Templo de Jerusalem, sino porque en ella encontramos otro tema muy relacionado con la fiesta de Januká, como nos enseña el versículo: "No por medio del poder y no por medio de la fuerza, sino por medio de Mi Espíritu".

Los griegos intentaron introducir su cultura y su religión en el pueblo de Israel. Para conseguirlo instituyeron todo tipo de decretos en contra del pueblo, para que dejaran de observar la Torá y sus mitzvot.

Matitiahu Jashmonai, el hijo de Iojanán el Sumo Sacerdote, y sus hijos sabían que a pesar de que, acorde con las probabilidades, la guerra estaba perdida aún antes de comenzarla, el Di-s de nuestros antepasados los ayudaría así como liberó al pueblo en muchas otras situaciones de las que era "imposible" salir, el conocimiento de que Di-s es Quien dirige la obra de Su creación en todo momento, únicamente de acuerdo a Su Voluntad.

Y así ocurrió. Contrariamente a todos los pronósticos de la gente especializada en estrategias militares, ocurrió que los débiles les ganaron a los poderosos y los pocos obligaron a los muchos a escaparse. Los macabim y sus ideas triunfaron.

A Iehudá y sus hermanos, los hijos de Matitiahu, los llamaban los macabim por la palabra que estaba escrita sobre su bandera. La palabra "macabi" que en griego significa "valiente combatiente", también representa una sigla, la que queda formada por las primeras letras de las palabras del comienzo del versículo: "Mi Jamoja Baelim Hashem… - ¿Quién es como Tú entre los poderosos, Di-s…?" (Shemot -Éxodo- 15:11). La letra jaf de "Jamoja" se convierte en kaf , y la primer letra del nombre de Di-s (que nosotros transcribimos como Hashem) es la iod. Entonces surge la sigla M.K.B.I. a la que se le agregan vocales para poder ser leída (MaKaBI).

Este aprendizaje de la fiesta de Januká, también representa uno de los pilares del pensamiento judío, y tal vez por eso también es que nuestra haftará fue elegida para leerse en Januká. Pues en ella el profeta Zejariá nos previene:

"No por medio del poder y no por medio de la fuerza,
sino por medio de Mi Espíritu,
dijo Di-s".

"A pesar de que ustedes creen ver que las cosas ocurren por vuestra decisión personal y vuestro esfuerzo, eso es un espejismo solamente. Mi espíritu es el que obra en todos los mundos para que las cosas ocurran. La creencia que ustedes tienen en Mí es la que provoca que Yo decida que ustedes concreten vuestros logros y obtengan lo que desean" - dice Di-s.

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