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HAFTARAT TRUMÁH

La analogía entre la Haftarah y la Parashah es clara y directa.  Mientras que la Parashah nos relata minuciosamente la construcción del Mishcan, la Haftarah nos relatará uno de los aspectos de la construcción del "Bet Hamikdash" -Santuario de Jerusalem-

En realidad, la construcción de un Santuario en Jerusalem había sido la aspiración permanente del rey David, libertador de la ciudad, empero a él le fue vedada esa posibilidad.  Transcribimos aquí, las propias palabras del rey David al respecto: "Dijo David a Shelomoh su hijo: Yo quería con todo mi corazón construir una casa en nombre de Adon-i, mi Di-s, empero sobrevino la palabra de Adon-i diciendo: Sangre en demasía has derramado y guerras grandes has hecho; no habrás de construir una casa en Mi nombre, ya que mucha sangre has derramado a tierra, ante Mí.  He aquí que un hijo te va a nacer, él será un hombre de quietud, y Yo le daré quietud de todos sus adversarios en derredor.  Pues Shalomoh será su nombre y paz y tranquilidad daré a Israel en los días de él.  El construirá una casa en Mi Nombre y él será para Mí como hijo, Yo seré para él como padre y afirmaré el trono de su reinado sobre Israel, hasta siempre" (Crónicas 22:7 -10).

"...Y hubo paz entre Jiram y entre Shelomóh..." (I Reyes 5:26)

"En realidad el rey Shelomoh vivió en paz con todos los pueblos que circundaban su reino, pero con Jiram, rey de Tiro, él había concertado un pacto de amistad.  Debido a ese pacto, el rey fenicio abasteció a Shelomoh de materiales, en especial los célebres cedros del Líbano para la construcción de Bet Hamikdash" (Radak)

"E hizo a la Casa ventanas ampias por fuera y angostas por dentro" (I Reyes 6:4)

Esta versión es, de acuerdo con nuestros Sabios que dicen que el Santuario de Ierushalaim no necesitaba captar la luz del exterior sino, más bien, irradiaba luz al exterior y de ahí la amplitud de las ventanas en su faz exterior.  El traductor al arameo, Ionatan ben Huziel, traduce en forma totalmente opuesta y dice que las ventanas eran "amplias por dentro y angostas por fuera".

"Y la Casa al construirse fue hecha con piedras terminadas que habían sido trasladadas desde la cantera.  Ni martillos ni hachas ni ninguna herramienta de hierro fue escuchada en la Casa, cuando fue construida" (I Reyes 6:7)

De acuerdo con Radak, esto quiere decir que las piedras fueron talladas en la cantera en el momento de su extracción, pero una vez que las piedras llegaron al lugar de la construcción, no se utilizó ninguna herramienta de hierro.  Aunque algunos de nuestros Sabios dicen que aún en la cantera no se habría utilizado ninguna herramienta de hierro, y el trabajo se había hecho con el "shamir", que era una suerte de gusano que posaía la propiedad de hendir las piedras.  La Torah, en efecto, prohíbe el uso de hierro para la construcción del Altar.

Libro de Exodo y Haftarot en versión castellana
traducción, supervisión, selección exegética,
notas y cometarios del Rabino Marcos Edery

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