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PERLITA PARASHA BESHALAJ

La alegría no puede ser plena…cuando un ser humano pierde la vida

La parashá de esta semana nos relata el cruce de los hebreos por el mar Rojo, su liberación de la opresión egipcia y el canto, alegría y regocijo por el milagro de haber sido salvados. Esta es una de las pocas veces, dentro de la Torá, que aparece un cántico poético. Inmediatamente después de que los hebreos cruzaron el mar Rojo, una gran fiesta surgió, en la que bailaron y cantaron. Fue una verdadera expresión de agradecimiento y alabanza producida por medio de sus propios cuerpos, voces y corazones. Después de tanto miedo e incertidumbre, se salvaron. Fue un verdadero canto a la vida.

Al rememorar esta historia tan crucial de nuestra tradición, no podemos olvidar que se salvaron los hebreos pero murieron varios egipcios. Si bien existen, hasta hoy en día, pueblos que se alegran por la muerte de sus vecinos, nuestra tradición nos incita a sensibilizarnos por dichas pérdidas. La muerte de ningún ser humano, tenga este la convicción, pensamiento, ideología que tenga, puede ser motivo de alegría. En la modalidad del recitado del Halel de la festividad de Pésaj encontramos uno de los ejemplos de este principio.

El Halel es un conjunto de Salmos de alabanza (Salmos 113-118), que se incluye dentro de la liturgia de gran parte de las festividades judías como una forma de expresar nuestro agradecimiento, alabanza y alegría en cada conmemoración. Generalmente, el Halel se reza completo en cada festividad. Una de las pocas excepciones en que no se reza el conjunto de Salmos, sino que se saltan algunas partes, es en Jol Hamoed Pésaj (días intermedios entre los días de Iom Tov) y los últimos días de Iom Tov de dicha festividad. En esta oportunidad, quisiera referirme específicamente a la razón por la cual no se dice el Halel completo en el séptimo día de Pésaj en Israel, y séptimo y octavo en la diáspora. Según nuestra tradición, el séptimo día de Pésaj fue el día en que los hebreos se salvaron, pero también fue el día en que varios soldados egipcios se ahogaron en el Mar Rojo. Si bien los hebreos se salvaron de la muerte y persecución por parte de los egipcios, no puede ser un día de regocijo pleno dado que seres humanos perdieron la vida. De esta manera lo expresa claramente una cita del Talmud:

“¿Acaso El Santo Bendito Sea se alegra de la derrota de los enemigos (del pueblo de Israel)?”…”El Santo Bendito Sea no se alegra de la derrota los enemigos (del pueblo de Israel)”…”Pidieron los ángeles celestiales decir alabanzas (en el séptimo día). Dijo El Santo Bendito Sea: ‘los egipcios se están hundiendo en el mar y ¿ustedes quieren decir alabanzas?’” (Talmud Babilónico, Tratado Meguilá 10b).

En otras palabras, ¿cómo alegrarse fervientemente habiendo muerto otra persona, aun cuando ésta sea un archienemigo? Siguiendo el espíritu de este mensaje es que no se dice elHalel completo en los últimos días de Pésaj.

Como pueblo estamos viviendo momentos muy difíciles. Ciertos grupos en nuestras sociedades festejan y se alegran por la muerte de miembros de nuestro pueblo. En cambio, nuestra tradición nos exige sensibilizarnos por el dolor de nuestro vecino. No puede existir una alegría completa cuando otro ser humano pierde la vida. Pareciera ser que estos no son valores que reinan en esta época que nos toca vivir.

Solamente cuando llegue la paz verdadera, la paz tan ansiada y añorada, podremos todos los seres humanos alegrarnos fervientemente por nuestros logros y por los logros de nuestros semejantes.


Shabat Shalom!

Rabina Daniela Szuster
Congregación B´nei Israel, Costa Rica

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