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HAFTARAT BESHALAJ:SHOFETIM 4:4 - 5:31

La analogía entre la parashah y la haftarah en este caso es evidente. En ambos textos se relatan situaciones angustiantes de los hijos de Israel, adversarios implacables, fuerzas militares de magnitud y salvación dramática de los hijos de Israel. Esta salvación se concretiza a través de hombres y mujeres, profetas de Di-s y portadores de Su palabra.

En la parashah etos hombres y mujeres fueron Mosheh, Aharón y Miriam, la profetisa; en la haftarah la personalidad descollante es Deborah, la profetisa, quien inspira, con el mensaje Divino que ella transmite, a Barak ben Abinoham.

Los días de Deborah, la profetisa, fueron precedidos por tiempos difíciles para el pueblo de Israel. Históricamente hablando, nos hallamos en la época de los Shofetim -Jueces- que es la época comprendida entre la desaparición de Iehoshuah bin Nun y el nacimieto del profeta Shemuel. Ya había pasado la época de los ideales, los hijos de Israel ya estaban asentados en la tierra prometida pero ellos habitaban en el seno de otras naciones paganas.

Enfrentaban a la sazón dos peligros, a saber: El peligro militar que representaban aquellos pueblos para los hijos de Israel y el peligro de la asimilación a las ideas y costumbres idólatras imperantes; súmese a esto que "en aquellos días no había rey en Israel y cada hombre hacía lo correcto ante sus ojos " (Jueces 21:25).

Así veremos que surgían situaciones de peligro militar y de opresión y sojuzgamiento que, ante el clamor de los hijos de Israel ante Adon-i, El hacía surgir algún Shofet -Juez- que era "con algunas excepciones" el conductor espiritual y el jefe militar ocasional para enfrentar al enemigo de turno. Además estos jueces no eran los conductores de todas las tribus de Israel. Generalmente estos jueces lograban reunir algunas de las tribus de Israel y enfrentar el peligro.

A veces los mismos componentes de la tribu de donde surgía el juez, se oponían a las ideas monoteístas de éste como en el caso de Guidhon a quien quisieron matar los hombres de su ciudad. (Jueces, Capitulo 6). En este época tan azarosa para la supervivencia física de los hijos de Israel y para su realización como pueblo de la Torah, surge la profetisa Deborah que será la protagonista principal en el episodio relatado en nuestra haftarah.

El enemitgo de turno era Iavin, rey de Qüenahan, cuya ciudad capital era Hatsor y el jefe de su ejército Sisera, que asentado en Haroshet Hagoim, disponía de una fuerza de "novecientos carros de hierro", elemento bélico éste del cual carecían los hijos de Israel. Es más, en el lenguaje poético Deborah nos dice: "...Ni escudo era visto, ni lanza entre cuarenta mil en Israel". Pero, en definitiva, la Providencia de Di-s y Su cuidado para con nuestro pueblo, hará que una vez más los pocos enfrenten a los muchos con éxito, logrando un período de tranquilidad de cuarenta años, plazo éste sorprendente por su duración.


Libro de Exodo y Haftarot en versión castellana
traducción, supervisión, selección exegética,
notas y cometarios del Rabino Marcos Edery

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